Cartas de usuari@s: Un día de excursión en la Granja con Amifp

Una de nuestras socias nos cuenta su experiencia en la excursión de Amifp a una granja escuela

En el mes de octubre, tuvimos la ocasión de pasar un día con nuestros niñ@s, y algunos no tan niñ@s, en El Molar, pueblo situado a 39 kilómetros de Madrid.

Nuestros campeones disfrutaron de un gran día en la Granja Escuela Onceolivos, con gran variedad de animales, en su mayoría rescatados. Allí estuvieron acompañados por las monitoras de Amifp y los propios monitores de la granja, donde pudieron ver y tocar diversos animales, domésticos y salvajes, entre los que destacaron una serpiente y una “araña con pelo”.

Los monitores contaron a nuestros hij@s como eran los cuidados rutinarios que le realizaban a los animales, su alimentación, higiene, etc. Después pudieron disfrutar de una comida todos juntos en las mismas instalaciones.
Mientras tanto, los padres y demás familiares nos desplazamos a Buitrago de Lozoya, unos de los pueblos más bonitos del norte de la Comunidad de Madrid. Allí nos dividimos en dos grupos, la gente con dificultades de movilidad pudieron pasar la mañana paseando por el pueblo y los demás realizamos una pequeña ruta de senderismo hacia el mirador, en el otro extremo del río, hasta el punto más alto. Después de una caminata de media hora, pudimos disfrutar y realizar fotografías de unas maravillosas vistas del pueblo rodeado de su río Lozoya, las cuales recomiendo a todo el que visite este pintoresco pueblo.

 

excursión Amifp

 

Al mediodía, pusimos de nuevo rumbo hacia El Molar. Cuando llegamos al pueblo, nos dirigimos hacia el restaurante El Patio De Los Olivos, para poder recargar las pilas después de nuestro paseo matutino. Algunos no conocíamos dicho restaurante y quedamos encantados tanto con la comida, como con la buena atención de su dueño y personal. Aunque lo mejor de todo, por lo menos en lo que a mí respecta, fue compartir con las demás familias nuestras vivencias y sentir que aunque el día a día puede ser un poco difícil, no estamos solos.

El tiempo se nos hizo corto, tanto que ya nos estaban esperando nuestros campeones. Aunque cansados, muy felices de la experiencia y con ganas de repetir.

Por resumir nuestro día, puedo decir que fue un gran aporte de energía y optimismo para nuestra rutina y por supuesto con ganas de poder seguir compartiendo experiencias con esta gran familia que es Amifp, de la cual nos sentimos orgullosos de formar parte.

María Dolores Flores Vicaria, orgullosa mamá de un gran campeón.